El ave rapaz más grande de toda Europa y una de las
más grandes del mundo, es la especie carroñera más característica del bosque
mediterráneo. El plumaje es marrón
oscuro, casi negro, con una gorguera de
largas plumas alrededor del cuello. La cara, sin plumas, la base del pico y las
patas son de color gris azulado.
Su área de distribución comprende el centro y el suroeste de la
Península Ibérica, la sierra de Tramuntana de la isla de Mallorca, algunos
países de Europa del Este y el centro de Asia hasta el norte del India y el sur
de China.
A diferencia de las poblaciones de otras regiones del mundo, los
adultos de buitre negro que viven en nuestro país son sedentarios, y se
mantienen todo el año en las inmediaciones del territorio de reproducción.
También se diferencia de otras especies de buitres en que sus nidos
no se encuentran en los acantilados, sino que es una especie estrictamente
forestal que construye los nidos en los árboles. Sus nidos, una acumulación de
palos y ramas elaborados por los dos miembros de la pareja, son muy grandes, ya
que pueden llegar a medir 4m de diámetro, 3m de altura y a pesar algunos
cientos de kilos.
Es una especie menos gregaria que el buitre común, y es capaz de
localizar y aprovechar mejor que su pariente las pequeñas carroñas que
localizan en zonas arboladas, aunque también aprovecha cadáveres más grandes
que se encuentran en lugares más abiertos. Cuando coincide con otras especies
de buitres en una carroña suele imponerse con facilidad gracias a su fuerza y
tamaño.
En la actualidad el buitre negro se encuentra en grave peligro de
extinción en muchas zonas de su área de distribución, y si bien las poblaciones
ibéricas han aumentado en los últimos años, conservándose en nuestro país la
población más numerosa de todo el mundo en la actualidad. La situación del
núcleo mallorquín, de donde provienen nuestros ejemplares, sigue siendo
crítica.
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