El canguro rojo es el más grande de todos los marsupiales. Los
machos, que pueden llegar a medir más de 2 metros y medio de altura y pesar
hasta 85 kg, tienen el pelaje de color rojizo mientras que las hembras, mucho
más pequeñas, son de color gris perla. Su hábitat característico lo constituyen
las amplias regiones abiertas del centro y oeste de Australia. Se alimentan de
hierbas y hojas de arbustos, que ingieren principalmente a primera hora de la
mañana y al bajar el sol, manteniéndose a la sombra durante las horas más
calurosas del día.
Suelen vivir en pequeños grupos, aunque la carencia de alimento puede
hacer que se formen grupos más numerosos. También hay individuos más
solitarios. En los grupos se pueden dar peleas por la dominancia entre machos,
que se golpean con las extremidades anteriores, de forma similar a un combate
de boxeo, y también pueden darse coces con las patas posteriores, utilizando la
cola para estabilizarse y aguantar su peso.
El canguro rojo se reproduce de manera oportunista, cuando las
condiciones ambientales son favorables y, como en otras especies de canguros,
el apareamiento puede tener lugar justo después del parto, de manera que se
produce un blastocisto en diapausa que se desarrollará más tarde, cuando la
cría del parto anterior abandone el marsupio. Normalmente nace una sola cría al
cabo de 33 días de gestación, que sube agarrándose a los pelos del abdomen de
la madre hasta el marsupio, siguiendo el camino que la madre le ha marcado
lamiéndose. Ya dentro del marsupio se aferran a uno de los dos pezones, y
permanecen allí unos 8 meses, aunque posteriormente se van volviendo por mamar
durante unos cuantos meses más, hasta que nace la siguiente cría. El vínculo
con la madre se alarga hasta alcanzar la madurez sexual.
El canguros se desplazan a gran velocidad mediante saltos, que
implican un movimiento sincrónico de las dos patas traseras. Esta forma de
desplazamiento es muy eficaz a velocidades altas y consume poca energía. Para
desplazarse a velocidades menores, utiliza también la cola, que con las patas
delanteras funciona a modo de trípode, confiriéndole estabilidad.
Su hábitat característico son las amplias regiones abiertas del
centro y oeste de Australia. Sus poblaciones son todavía abundantes y en
determinadas regiones incluso es necesario regular su número mediante la caza
controlada.
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