Un día de 1925 el profesor murió de un ataque cardíaco en la
universidad y no pudo volver. Al enterarse los conocidos fueron a por el perro
que estaba allí esperando e intentaron que se fuera a su casa. A partir de ese
día y hasta su muerte (10 años después) el perro acudía cada día a la estación
y esperaba que volviera su amo del trabajo. No importaba el tiempo que hiciera,
el perro nunca olvidó la lealtad hacia su amo.
El 8 de abril de cada año se conmemora a Hachiko en la plaza frente a
la estación de trenes de Shibuya. Los restos de Chuken Hachiko (en japonés el
leal perro Hachiko) descansan junto a los de su amo el Dr. Eusaburo Ueno
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