El lobo es el depredador por excelencia de las zonas templadas y
frías de Europa, Asia y América del Norte. La amplia área de distribución que
ocupa ha favorecido la aparición de numerosas subespecies que se diferencian
tanto por la coloración como por el tamaño. La subespecie ibérica, Canis lupus
signatus, es la que puede observarse en las instalaciones del Zoo de Barcelona.
Se trata de una subespecie endémica de España y Portugal que se caracteriza por
ser de pequeño tamaño y por las marcas oscuras que presenta en sus extremidades
anteriores.
Este carnívoro se organiza en pequeños grupos jerarquizados, lo que
le permite cazar grandes herbívoros que un solo individuo no podría capturar.
También forma parte de su dieta el ganado doméstico, por lo que ha sido
perseguido desde tiempos inmemoriales y exterminado de amplias zonas. También
consume presas de pequeño tamaño, como conejos o micromamíferos, puede
aprovechar la carroña e incluso es capaz de comer algunos productos vegetales.
En las regiones más septentrionales de su área de distribución, como
en amplias zonas de Canadá y Siberia, aunque es una especie relativamente
abundante, pero las poblaciones que viven en Europa central o del sur han sido
prácticamente exterminadas. En España, en concreto, la continua persecución a
la que ha sido sometido desde hace siglos ha ido reduciendo su área de
distribución, de manera que hoy día sólo quedan tres poblaciones: la
cantábrica-leonesa, que abarca casi toda la cordillera cantábrica y buena parte
de la región castellana-leonesa, la galaica, que ocupa Galicia y el norte de
Portugal, y la andaluza, limitada prácticamente a Sierra Morena y que es la que
está en más grave peligro de extinción.
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